Billetes de Venezuela: Un paseo por la historia
Del dinero se conoce su importancia como método de pago y resulta indiscutible, de lo que se tiene poca idea es de la cantidad de personas que -conscientes de su significado histórico y artístico- coleccionan y estudian monedas, estampillas y billetes, como ocurre en Venezuela.
Creadas en la Primera República, la moneda en 1802 y el billete en 1811, se convierten en los principales elementos para relacionar la numismática (estudio y coleccionismo de la moneda) y la notafilia (estudio y coleccionismo del papel moneda), que serán las encargadas de relatar la historia de un país y sus circunstancias determinadas.
En vista de este curioso arte de coleccionar y estudiar las unidades monetarias de diversos países,Desde La Plaza te trae esta investigación para que conozcas más del tema.
José Sleiman, experto en estampillas, numismática y notafilia y dueño de la tienda Sleiman’s Hobby, explicó el recorrido histórico del billete y la moneda venezolana, en la que destaca el año 1863, la importante participación de la banca privada, “ya que para ese tiempo se desarrollaba el papel y a través de él comienzan a emitirse billetes bellísimos en arte del diseño, logrando influenciar en el estilo del billete venezolano”.
Agrega que inicialmente, los billetes eran de mayor tamaño para que “el usuario tuviera más confianza en el papel”. Asimismo, indicó que los primeros billetes existentes era similares a un pergamino.
Intervención de la banca privada
Luego del cambio del papel moneda (de grande a uno más pequeño), inicia la intervención de los bancos privados, entre los que resaltan el Banco de Carabobo, Banco de Comercio, Banco Caracas, Venezolano de Crédito, Banco Industrial, el Banco de Venezuela con todos sus cambios. El experto agrega que “antes de que se fundara el Banco Central en 1940, los billetes más recientes -de los años 1939-1940- fueron del Banco Venezuela y Banco Mercantil Agrícola“.
Posteriormente, el Banco Central de Venezuela se convirtió en el único emisor de billetes.
No fue el caso de las monedas, que venían por etapas en las distintas repúblicas. De acuerdo con José Sleiman, a partir del año 1979 se obtuvo la comunidad monetaria el Bolívar, pero anteriormente eran “pesos y sus fracciones en centavos, y antes los cuartillos”.
La colección
El estado de conservación del metal y el papel es sumamente importante para quienes coleccionan este tipo de objetos. El desgaste hace que el billete pierda mucho valor, al igual que las monedas, que al intentar limpiarlas pueden perder el color, la figura o resultar con algún rayón. El coleccionista explica “el valor no está solo en que conmemore algo, el verdadero valor se lo da, en el caso de las monedas, en primer lugar la cantidad acuñada en la moneda y su estado de conservación, es decir, su desgaste”
“Hay personas que se acercan a decir que tienen monedas de las de antes y resulta que se trata de las monedas de níquel, de los 70 y 80, eso no es absolutamente nada en este mundo”, comenta Sleiman.
Antiguamente las monedas eran de plata, cobre e inclusive de níquel, pero sólo las llamadas ‘pullitas’ y ‘lochas’. “Al principio eran de cobre, luego cobre con plata y continuó siendo plata hasta el año 65 en el caso de las monedas de 2 bolívares y 1 bolívar. En el caso de los años 60, los medios y los reales. Declara que el fuerte de plata llegó hasta el año 56 y el primer billete llegó en el 66.
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